25 de octubre de 2017 ‑ El pasado lunes 23 de octubre se registró un pico en el PVPC, el precio de la electricidad regulado por el gobierno y al que están acogidos prácticamente la mitad de los hogares españoles. El precio de la electricidad entre las 18:00 y las 22:00 promedió 173,60 €/MWh, y llegó a su máximo entre las 19:00 y las 20:00 con 182,54 €/MWh, unos precios que superan los registrados el 25 de enero de este año coincidiendo con la ola de frío que disparó los precios de la energía.
Desglose del PVPC en sus componentes.
Fuente de datos: ESIOS.
En el caso del pasado enero, los altos precios del PVPC venían dados por el aumento del precio de la electricidad en los mercados mayoristas diario e intradiarios, que corresponden aproximadamente a la mitad del total del PVPC. El caso del pasado lunes fue distinto: los precios del mercado diario, aunque están experimentando una importante tendencia al alza, están lejos de aquellos máximos de enero. Fue el precio de uno de los servicios de ajuste, el mercado de reserva de potencia adicional a subir, el que experimentó un pico que no se veía en ese mercado desde 2012. Ese pico hizo aumentar el total del PVPC. Todo apunta a un hecho puntual, ya que no se han repetido los repuntes de precio ni en otras horas del mismo día ni en los días siguientes.
Tendencia al alza del precio del mercado diario MIBEL
Por su parte, el precio del mercado mayorista diario MIBEL está experimentando una clara tendencia al alza que hace temer que se pudieran llegar a repetir los elevados precios del invierno pasado.
Hay distintas causas que sustentan esta subida en los precios. Por un lado está la inercia que llevamos de un año poco viento y extremadamente seco, con el nivel de los pantanos y la producción hidroeléctrica en mínimos históricos. Tanto la producción hidroeléctrica como la eólica empujan el precio a la baja. En situaciones en que ambas tecnologías producen poco, hay que llenar el hueco que queda para cubrir la demanda de electricidad con centrales térmicas de carbón y gas, que tienen costes de producción más caros.
Y por otro lado tenemos los temores por posibles problemas en las centrales nucleares francesas, que, como el año pasado por estas fechas, están con revisiones de seguridad en marcha y que en el peor de los casos, si continuaran paradas, dejarían el país con una indisponibilidad de potencia muy grande durante el invierno que forzaría a importar electricidad de todos sus vecinos, incluida la Península Ibérica, y que haría subir los precios de la energía en toda Europa. Ante la posibilidad de que se repita una gripe nuclear francesa como la del invierno pasado, los agentes están cubriendo sus posiciones en los mercados de futuros, que, al aumentar sus volúmenes negociados, también han aumentando los precios.